miércoles, 28 de enero de 2009

Sentencia ejemplar.

Mr. Merv Grazinski, de Oklahoma, que en Noviembre se compró una caravana marca Winnebago, (de las que son a la vez coche y caravana). En su primer viaje, estando en una autovía, seleccionó una velocidad de crucero a 70 millas por hora (unos 120 km/h) y se fue a la parte de atrás a prepararse un café, con la caravana en marcha. No sorprende el hecho de que el camión/caravana siguiera recto y tomara la primera curva y colisionara.

Mr.Grazinski, contrariado, denunció a Winnebago por no advertirle en el manual de uso de que el programador de velocidad no es un piloto automático que toma curvas, frena cuando es necesario e incluso detiene el vehículo. Por ello, fue recompensado con 1,750,000$ más una nueva caravana. Actualmente, Winnebago advierte de tal circunstancia en sus manuales, para el caso de que algún otro imbécil compre uno de sus vehículos.

Pues va a ser verdad que todo es posible en America.